Apenas cinco días después de ser nombrada por el Senado como nueva titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Ernestina Godoy ya enfrenta su primer movimiento polémico: la detención de César Duarte, exgobernador de Chihuahua, quien había recuperado la libertad condicional en junio de 2024. El anuncio, hecho este 8 de diciembre, reavivó dudas sobre la velocidad selectiva con la que se mueven los expedientes en la fiscalía.
La FGR informó que la aprehensión responde a una orden federal por operaciones con recursos de procedencia ilícita, emitida desde el 16 de mayo de 2024 por un Juez de Control en el Estado de México. El dato, reconocido por la propia Godoy en redes sociales, abrió cuestionamientos inevitables: ¿por qué la dependencia esperó más de un año para ejecutar una orden que ya estaba lista?
Un caso viejo, reactivado oportunamente
Aunque la versión oficial señala que México debía esperar la autorización del gobierno estadounidense debido al principio de especialidad —pues Duarte fue extraditado en 2022 para enfrentar únicamente los delitos pactados— la fecha del permiso estadounidense, otorgado el 4 de diciembre de 2025, dejó a críticos y observadores con la sensación de un expediente administrado políticamente.
La acusación federal describe un esquema de lavado de dinero a partir del desvío de recursos públicos durante su administración. Según la FGR, Duarte habría usado el Sistema Financiero Mexicano para ocultar fondos provenientes del erario, integrándolos posteriormente al circuito legal.
Este caso corre en paralelo a los procesos estatales que ya enfrenta el exgobernador desde su extradición. El cúmulo de acusaciones, sin embargo, no ha impedido que Duarte obtuviera beneficios procesales en el pasado, como la libertad condicional que una jueza le concedió en 2024 al considerar vencidos los plazos legales de prisión preventiva.
Un historial judicial lleno de grietas
La trayectoria judicial de Duarte ha transitado entre capturas mediáticas, procesos prolongados y decisiones judiciales controvertidas:
- Julio de 2020: detenido en Miami por solicitud del gobierno de Chihuahua por peculado y asociación delictuosa.
- 2022: extraditado a México y recluido en Aquiles Serdán.
- 2024: obtiene libertad condicional pese a la gravedad de las acusaciones.
- Junio de 2025: un juez de Texas desecha una denuncia civil por presunta adquisición de propiedades con recursos públicos, tras cinco años de investigaciones del FBI, el Tesoro y otras agencias. El fallo, no obstante, no influye en los procesos que siguen activos en México.
El caso civil en Estados Unidos cerró puertas a una parte de las sospechas, pero dejó intactos los procesos penales del país, lo que explica la insistencia de la FGR en avanzar con una nueva imputación.
Godoy inicia gestión bajo lupa
La llegada de Ernestina Godoy a la FGR se da en medio de un clima de desconfianza ciudadana y cuestionamientos sobre la autonomía real del organismo. Su respaldo público a la reaprehensión de Duarte —una orden parada durante más de un año— alimenta la percepción de que ciertos expedientes se activan solo cuando conviene o cuando un nuevo liderazgo necesita marcar territorio.
Aunque la fiscalía sostiene que la medida cumple estrictamente con los protocolos internacionales, diversos analistas apuntan a que el momento del arresto no es casual y que la detención del exgobernador podría funcionar como carta de presentación de la nueva fiscal ante la opinión pública.
Lo único claro es que, con esta acción, Godoy inicia su gestión envuelta en un caso emblemático que durante años ha expuesto fallas en las extradiciones, demoras procesales y una justicia que parece avanzar a ritmos propios, muy lejos de la urgencia de las víctimas y del interés público.