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Sin medicinas, sin vacunas, sin seguridad y la incertidumbre del sector salud y la violencia en México.
Dan sólo 7% de medicinas
Después de que arrazaron el sistema de compra y distribución de medicamentos, por actos de corrupción y con la promesa de sustituirlo con uno mejorado, la adquisición y distribución actual de fármacos sigue a cuentagotas.
De las mil 514 millones de piezas de medicamentos que el Gobierno federal tenía previsto comprar para abastecer al sector salud en el 2021, apenas han comprado el 29.3 por ciento.
Y se ha repartido sólo un 6.8 por ciento de lo contemplado para el año.
De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Salud, sólo ha podido entregar 104 millones de fármacos en el 2021.
Así, a la falla en la compra consolidada de medicamentos gestionada por la Oficina de Servicios para Proyectos de Naciones Unidas (UNOPS), se suma el nuevo esquema de distribución implementado por el Gobierno, que no está funcionando, advirtió Enrique Martínez, director del Instituto Farmacéutico (Inefam), organismo privado que realiza estudios especializados en el sector.
El 70 por ciento de las compras de medicamentos en el 2021, son por adquisición directa y con precios 20 por ciento más caros respecto al 2020.
El sistema de distribución actual se concentra en cuatro distribuidoras, explicó.
Una de ellas es Birmex, que tiene a su cargo la distribución en el Valle de México, y las otras tres son Compañía Internacional Médica (Cimsa), Médica Farm y Vantage, que distribuyen en el resto de la República.
Anteriormente, aseguró Martínez, la distribución recaía en 60 empresas, y actualmente se concentra en cuatro.
«El atasco que vamos a observar será tremendo», alertó.
La falta de coordinación y comunicación entre instituciones públicas de salud ha llevado a que la entrega de medicamentos demore hasta 100 días, cuando el promedio es de 14 días, según registros del Instituto Farmacéutico (Inefam).
De robo a homicidio: delitos recuperan nivel previo a la pandemia
A agosto suman 352 mil 163 denuncias, según datos oficiales; no hay estrategia para hacer frente a situación, aseguran expertos
Superada la etapa crítica que la pandemia de Covid-19 impuso el año pasado, la incidencia delictiva del fuero común retomó los niveles de antes de la emergencia sanitaria, cuando el país adoptó medidas de confinamiento y sana distancia.
El acumulado de delitos, como el homicidio doloso, el feminicidio, la extorsión y los robos en sus distintas modalidades, registrado de enero a agosto de este año, rebasó al que hubo en el mismo periodo de 2020.
En los primeros ocho meses de 2021 se denunciaron ante las fiscalías o procuradurías estatales un millón 352 mil 163 hechos delictivos, 13% más con respecto al millón 200 mil 557 de enero a agosto del año pasado, según los registros del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Marzo pasado registró la segunda cifra más alta de incidencia delictiva en lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, con un total de 183 mil 124 denuncias por delitos del fuero común.
De continuar la tendencia al alza, al final del año se estaría llegando a 2 millones de delitos; sería la segunda ocasión que esto suceda durante la administración actual, pues la primera fue en 2019, cuando se registraron 2 millones 71 mil 164 víctimas y carpetas de investigación.
Con 32 mil 797 registros, el Estado de México encabeza la lista de delitos del fuero común. En números absolutos, le siguen la capital, 19 mil 116; Guanajuato, 11 mil 793; Jalisco, 10 mil 851, y Baja California, 8 mil 783.
En contraste, Colima ocupa el primer lugar en incidencia delictiva del fuero común por cada 100 mil habitantes, con 259; Baja California, 238; Quintana Roo, 221, y Ciudad de México, 212.
“Disminución, por confinamiento, no por plan de seguridad”
El director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas Rodríguez, señaló que la pandemia no ha frenado la incidencia delictiva en el país, y si hubo una disminución de algunos delitos el año pasado, fue por el confinamiento, no por efecto de alguna estrategia.
“Por más que volteas a ver y dices 2019 fue el peor año en materia de violencia en la historia, por mucho, 2020 se quedó apenas abajito y se coronó como el segundo peor. Este 2021 está compitiendo con 2020 para colarse como el segundo y, si no, por lo menos como el tercer peor año en materia de violencia.
Entre los delitos del fuero común que han aumentado durante 2021, en comparación con 2020, destacan las víctimas de homicidio doloso, con 4%; feminicidio, 8%; extorsión, 9%; víctimas de trata de personas, 21%; robo en transporte colectivo, 6.6%; robo a transeúnte, 10.1%; robo en transporte individual, 12.3%; robo en transporte público individual, 34.5%, y violación, con 31%.
“No hay estrategia para combatir la incidencia delictiva, porque ni siquiera en los instrumentos rectores de la supuesta estrategia hay claridad de qué quieren lograr”.
“En 2021, el total de delitos del fuero común será superior a lo registrado en 2020. Esto muestra que más allá de algunos delitos específicos o individuales, la tendencia general de la violencia y delincuencia en el país va al alza”.
A punto de acabarse las vacunas Pfizer y no hay planes de tercera dosis.
El contrato celebrado con la referida farmacéutica fue de 34.4 millones de inoculaciones, suficientes para vacunar a 17.2 millones de mexicanas y mexicanos.
De acuerdo con el Gobierno mexicano, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, este martes se recibió un cargamento de 551 mil 70 dosis. Por lo tanto, de diciembre a la fecha, han llegado a territorio nacional un total de 33 millones 22 mil 275.
El contrato celebrado con la referida farmacéutica fue de 34.4 millones de inoculaciones, suficientes para vacunar con dos dosis a 17.2 millones de mexicanas y mexicanos, faltan 1.4 millones de inyecciones, las cuales alcanzan para inmunizar a 700 mil personas, para finalizar el contrato.
Hasta ahora las autoridades de Salud ni la Secretaría de Relaciones Exteriores han informado sobre si se celebrará un nuevo contrato Pfizer. Tampoco se ha aclarado si habrá o no tercera dosis de dicho biológico en el país.
En Estados Unidos, la FDA aprobó la semana pasada aplicar una tercera inyección de la citada vacuna a adultos mayores y personas vulnerables, debido a que estudios clínicos arrojaron que el biológico pierde efectividad cuatro meses después de la segunda dosis.
En ese grupo entran los mayores de 65 años, los adultos con enfermedades como la diabetes o la obesidad y los trabajadores con mayor riesgo de contagio, como sanitarios, profesores o empleados de tiendas de alimentación, siempre y cuando hayan recibido antes la pauta completa de Pfizer.
Incluso, el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le fue aplicada el lunes la tercera inyección del inmunizante.
En tanto, en México no se prevee ni una tercera dosis a la inoculación de menores de 12 años a excepción de aquellos que sufran alguna comorbilidad y no pensar a más con los trabajadores del sector salud del país, las ciudades fronterizas buscan acuerdos de manera directa con estados como Texas para vacunar a menores de edad.
