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Rosa Icela Rodríguez sera la encargada de llevar el Tianguis del Bienestar a 4 estados y de esta manera arrancar la venta de productos incautados, que pretendian entrar al país de manera ilegal, decomisados por las autoridades a grupos del crimen organizado y que van desde productos pirata, hasta productos de linea, libres de litigio para ello, contrató a la empresa Logistics and Tents S.A. de C.V., por seis meses efectivos a partir del 31 de julio.
La entrega de mercancías decomisadas a sectores vulnerables no será del todo gratis, pues la organización de los Tianguis del Bienestar costará más de 5 millones a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, de acuerdo con el contrato consultado en la plataforma Compranet.
El monto de los servicios contratados por adjudicación directa ascendió a 5 millones 172 mil 413 pesos sin IVA.
De acuerdo con la exposición que hizo la secretaria Rosa Icela Rodríguez, el pasado 13 de agosto, en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, la instalación del tianguis requiere la puesta de carpas, mesas y difusión mediante perifoneo y carteles.
A través del Tianguis del Bienestar, el gobierno federal entregará a personas en situación vulnerable telas, ropa, calzado, juguetes, utensilios y herramientas del hogar, entre otros artículos nuevos decomisados o confiscados, y libres de litigio, al tiempo que busca reducir volumen en las bodegas que se tienen contratadas y costos por las mismas.
La primera fase se realizará en 70 municipios de cuatro entidades: Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Veracruz.
En conjunto con la Secretaría de Hacienda, el Servicio de Administración Tributaria, el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y la Administración General de Aduanas
se identificaron, para la primera etapa, un millón 850 mil artículos a entregar; la Secretaría de la Defensa Nacional colabora para el traslado.
La proyección del gobierno es beneficiar en los cuatro estados a 894 mil 998 personas y 223 mil familias.
La dinámica de entrega será simple y muy sencilla según reportan autoridades, a las personas se les da el acceso por alrededor de 20 minutos para que realicen la selección de los artículos que desean, los cuales son registrados al final en una cédula para dar “transparencia” al programa y que la población sea beneficiada mediante este programas Tianguis del Bienestar.
Pese a las bondades que supone esta iniciativa, la Asociación Mexicana para la Protección de la Propiedad Industrial (AMPPI) ha advertido de que la reincorporación de productos apócrifos, infractores o trasgresores de derechos de propiedad intelectual, además de ser un contrasentido, violaría diversas disposiciones legales, incluyendo tratados internacionales. Además de que representará posibles riesgos a la población tratándose de productos regulados, que al no haber sido introducidos lícitamente al país o al haber sido incautados o asegurados, no hay forma que hayan cumplido con la regulación aplicable, que en muchos casos va encaminada a la seguridad del consumidor final.
José Juan Méndez, presidente de la AMPPI, señaló que el regalar este tipo de mercancías lejos de ayudar al desarrollo de las comunidades pobres fomenta la ilegalidad en el país. El titular de este organismo añadió que México podría hacerse acreedor a sanciones internacionales si se acredita que el país no protege la propiedad intelectual con este tipo de programas sociales. “Esta para mí sinceramente es una ocurrencia. No puedes ayudar a una persona con base en la ilegalidad”, señaló Méndez. El especialista en propiedad industrial no descarta que las empresas opten por el camino legal en contra del programa si avanzan los tianguis del Bienestar en los distintos Estados del país.
Víctor Ramírez, presidente del comité de Propiedad Intelectual de la American Chamber of Mexico, señaló que no hay claridad ni certezas sobre la forma en cómo se implementarán estos tianguis y que preocupa que se pongan en circulación productos que violan derechos de particulares, pues ponen en riesgo a los consumidores. “Al tratarse de productos que no están regulados de ninguna forma no se tiene certeza de su cumplimiento en la normativa de seguridad, por ejemplo, si uno recibe un electrodoméstico manufacturado en Asia donde no se han observado los estándares de calidad y seguridad puede llegar a generar un corto circuito poniendo en riesgo la vida de quien recibió el producto y de todos los habitantes de la casa”, señaló Ramírez.
