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Durante el fin de semana, las denuncias, unas formales y otras viralizadas en redes sociales, han puesto en el punto de mira el comportamiento sexual y del manejo de los recursos públicos de un buen número de políticos de Morena.
De un candidato a gobernador a diputados en ejercicio, al partido en el Gobierno le llueven las denuncias de extorsión y abusos sexuales a siete semanas de las elecciones.
Feliciana Olga Medina Serrano, alcaldesa con licencia del municipio de La Paz, acusó a Daniel Serrano, representante de MORENA ante el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) de exigirle 2 millones de pesos, además de imponer personas en la planilla que contenderá por el ayuntamiento de La Paz.
Las acusaciones de Feliciana Olga Medina Serrano se suman a otras varias que pesan sobre Daniel Serrano que ayer tuvo que enfrentar manifestaciones de militantes de diferentes entidades del estado de México que le lanzan los mismos señalamientos por corrupción política y autoritarismo.
Este mismo día, Medina Serrano giró una carta al delegado encargado de registros de MORENA en el Estado de México, Rafael Estrada Cano, en el que revela el intento de Daniel Serrano por obtener dos millones de pesos además de posiciones de alta dirección en el ayuntamiento de La Paz.
la Presidenta de Teoloyucan, Gabriela Contreras Villegas, señaló que Daniel Serrano le exigió que debía participar junto con 6 municipios más, para sacar un total de 16 millones de pesos de recursos de los Ayuntamientos para las campañas.
“Daniel me exige eso, y me dice, te mando un asesor para sacar dinero, ahorita me dicen que tengo que ser parte de 16 millones a nivel estatal, y digo ¿Cómo le voy a hacer? porque yo no sé cómo sacar dinero de esa manera como ellos lo hacen, y que yo no vine a eso, y la verdad si no vamos a solventar y si no va a haber un candidato de nuestra confianza, yo no me voy a arriesgar a estar sacando dinero para solventar al estado y que la final a mi recriminen”.
Otro escándalo tiene que ver con el diputado Saúl Huerta, denunciado por presuntamente abusar de un menor de 15 años en un hotel de la colonia Juárez de Ciudad de México. Cuando el joven pudo escapar, acudió a su madre, quien denunció el hecho. El escándalo está acompañado de un audio grabado por la familia en el que el diputado le pide llegar a un acuerdo económico para impedir la denuncia.
Sin embargo, con el argumento de que la denuncia no está “acreditada” por la Fiscalía, el coordinador de diputados de Morena, Ignacio Mier, dijo que mantendrá en el cargo al legislador, aunque someterá a la votación de sus compañeros su continuidad.
Según Mier, su jefe, no tiene derecho “a meterse… en lo que hizo en su vida personal”. El coordinador aceptó someter el asunto a la consideración de los diputados de Morena, aunque no lo alejó del cargo “en tanto su inocencia, con relación a los actos que se le imputan, no sea acreditada por la Fiscalía”, escribió en Twitter.
La decisión desobedece a lo expresado la noche del sábado por la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido, que le dio tres días para apartar a Huerta del cargo, así como los llamados de la Jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, para impedir la “impunidad”.
Al llamado se unió, en la tarde del domingo, el presidente de Morena, Mario Delgado.
El coordinador de los diputados, sin embargo, consultará con su bancada después de que aparecieran nuevos testimonios y una nueva denuncia de un joven que acudió con sus padres a la Fiscalía de la Ciudad de México (FGJ) para detallar el abuso. La denuncia se suma a otra anterior de un adolescente que acusó a Huerta de haberlo violado en un hotel de la colonia Juárez y de la que salió en libertad gracias al fuero del que goza como diputado.
Precisamente, el fuero contra funcionarios públicos ha sido una de las obsesiones del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha hecho de este privilegio una fuente de ataques a los exmandatarios. Su aplicación en el caso de Huerta indignó a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien pidió que votaran su desafuero “debido a que esto evitó que pudiera ser presentado ya directamente al juez”.
El caso de Huerta, que buscaba la reelección a diputado en Puebla, se suma a un rosario de acusaciones aparecidas en los últimos días por todo el país en la recta final de la campaña de las elecciones del 6 de junio en el que se renueva a la Cámara y se eligen a 15 gobernadores y 20.000 alcaldes.
La semana pasada, además se convirtió en viral el vídeo de David Monreal, candidato a la gubernatura de Zacatecas, quien apareció tocando el trasero a una compañera de partido. Mientras tanto, el Tribunal Electoral debe resolver este martes el caso de Félix Salgado Macedonio, candidato de Morena al gobierno de Guerrero, por un asunto de financiación irregular, pero que protagonizó el caso más conocido y que más daño al partido al ser acusado en tres ocasiones de abuso sexual.
A ellos se suman el candidato a alcalde de Cholula (Puebla), Julio César Lorenzini, quien ocultó una denuncia por violación de 2019, o todo lo aparecido en redes sociales contra Alfonso Vásquez, profesor de Filosofía en la UNAM y candidato a diputado local en Ciudad de México, denunciado por abuso sexual contra dos alumnas.
En Guanajuato, también se publicaron en redes sociales graves imputaciones por acoso contra Guillermo Villaseñor, registrado por Morena a la Diputación Federal, y Rubén Barroso, un antiguo profesor de escuela de León (Guanajuato) que aspira al mismo cargo y a quien sus alumnas describen como un “acosador”, según Brujas del Mar, una organización feminista que recibe y procesa las anuncias anónimas recibidas.
El entorno de Morena reprocha que la lluvia de denuncias coincide con la celebración de elecciones y que detrás de las mismas se esconden los intereses políticos de la oposición.
Lo cierto es que las acusaciones parecen no estar haciendo daño electoral a Morena, que mantiene un alto índice de respaldo y, según sus encuestas, ganará ampliamente las próximas elecciones de junio.
Sin embargo, el divorcio del partido en el poder con el feminismo y algunos sectores progresistas del país es cada vez mayor, aunque numéricamente al interior del partido es irrelevante.
