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El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, señaló que, aunque hay un aumento en los contagios de COVID, hay señales de que la tercera ola comienza a desacelerarse.
La confianza de esta señal temprana, todavía sujeta a cambios, se robustece porque varias entidades federativas registran curvas de descenso, es decir, reducción en el número diario de casos, como Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Jalisco y Quintana Roo.
“Estas señales tempranas nos llevan a pensar que en próximas semanas se empiece a ver un descenso en la curva nacional.”: Lopéz-Gattel
Sin embargo, el actuario y doctor en Matemáticas de la UNAM, Arturo Erdely, coincidió en que dentro de 15 días iniciará el declive de la tercera ola de la pandemia de covid-19 en el país, como sostuvo el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell; no obstante, advirtió que de acuerdo con sus proyecciones, lograr el control epidémico del SARS CoV-2 tomará tres meses, si es que el regreso presencial a clases no dispara nuevamente los casos.
“Estamos cerca de alcanzar un pico máximo de infecciones activas, por ahí el 20 de agosto (…) y luego, ya empezaría un descenso en la fecha de regreso a clases, el 30 de agosto, como en unas dos semanas. Por eso, cuando dice el subsecretario, ‘en unos 15 días, dos semanas ya estaríamos en franco descenso de casos’, por eso dije coincido, a lo mejor nos equivocamos los dos juntos, él por un lado, yo por otro lado con otros tipos de modelos, pero la conclusión apunta a la misma dirección”, explicó.
“Para llegar a un control epidémico, necesitamos que baje a 5 por ciento de dónde va a ser el pico, eso nos va a llevar hasta finales de noviembre, tres meses para llegar al control epidémico, y dos meses para llegar a los niveles de marzo, que es donde empezó el repunte, con lo que ha ocurrido hasta el momento, yo no puedo prever con esta proyección cómo va a afectar el retorno a clases”, apuntó.
Arturo Erdely dijo que no se puede descartar una cuarta ola de covid-19 este mismo año, ya que el cambio de clima nos pone en contra, aunque estemos por iniciar un descenso, ya que apenas el 23 por ciento de la población ha sido vacunada, por lo que el fin de la pandemia se alcanzará cuando la mayor parte de la población sea inmunizada, lo que estima ocurra hacia el segundo semestre de 2022.
“De la totalidad de la población, solo el 23 por ciento tiene su esquema completo de vacunación, más de 71 millones de mexicanos, no han recibido ni una solo dosis, es mucho terreno por conquistar para el virus y tanto contagiadero es lo que da lugar a las variantes”, apuntó.
No hay suficiente gente vacunada.
El principal factor a vencer para detener el incremtno de contagios es que hay muy poca gente vacunada a nivel global. “No hay contradicción entre el aumento de los casos y las vacunas. Realmente estaríamos pidiendo algo que no se puede esperar de las vacunas. Las vacunas no actúan de inmediato”, dice Juan Carlos Said, máster en Salud Pública por el Imperial College de Londres.
En términos poblacionales, para bajar el número de hospitalizaciones y de muertes, “la vacuna es efectiva cuando el 80% de la población está vacunada”, añadió este experto.
Relajación y fatiga ciudadana.
Otro factor importante en la lucha contrala pandemia, es la relajación ciudadana. “Hay una fatiga respecto a la pandemia y, si al comienzo la población fue muy adherente a las medidas y restricciones, la fragilidad económica y social hace que la población evada las restricciones a la movilidad”.
De hecho, empieza a quedar claro que será imposible llegar a la eliminación del virus: “Eliminar el Covid de la faz de la Tierra sería grandioso, por supuesto, dadas las muertes y la destrucción que causa.
Pero el único problema es que la erradicación solo ha sido lograda con un virus: el de la viruela, en 1980”.
Los niños aún no tienen vacuna.
Un tercer factor y uno de los más importantes, es que los niños no tienen aún su vacuna.
“Ahora mismo, el mundo se encuentra en una situación en la que todavía hay una transmisión muy amplia en muchos países, es decir, aún está fuera de control”, explica la experta de la OMS Katherine O’Brien.
Por lo tanto, el tiempo que necesitemos para continuar con las precauciones contra el coronavirus dependerá realmente de lo que las comunidades y los países puedan hacer para realmente aplastar este virus, para acabar con la transmisión. Y de esa manera, las vacunas pueden hacer un mejor trabajo para prevenir la enfermedad. Además de la desigualdad económica, está la generacional: no existen vacunas específicas para los niños.
Se están realizando ensayos con las vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, pero queda mucho para saber los resultados. “Así que, por el momento, esos grupos de edad seguirán estando en riesgo de contraer enfermedades e infecciones y podrán transmitirlo a otras personas”.
